Metáfora: La Naranja y el Ateo

Un ateo dictaba una conferencia ante un gran auditorio defendiendo la inexistencia de Dios. Después de haber finalizado su discurso, desafió a cualquiera que tuviese preguntas a que subiera a la plataforma. En ese momento casi nadie se atrevia a refutarle al hombre ya que se mostraba bien alterado , pero sin embargo un hombre subió a la plataforma serenamente, se sentó en el sillon sin decir nada, en seguida saca del bolsillo una naranja y empieza a pelar con un cuchillo, mientras tanto el conferencista le seguia retando. El conferencista le pidió que hiciera la pregunta; el hombre, continuó imperturbable pelando la naranja en silencio, al termino de lo cual, se la comió. Se volvió al conferencista y le preguntó : "¿Estaba dulce o amarga?" "No me pregunte tonterías", respondió el orador con señales evidentes de enojo; "¿Cómo puedo saber el gusto si no la he probado?" Y el hombre le preguntó al conferencista:

"¿Y cómo puede usted saber algo de Dios, si nunca lo ha probado?"

De cuantas cosas presumimos saber sin ni siquiera haber probado, solo podremos entender y afirmar siempre y cuando hayamos probado, ya sea la existencia o la inexistencia.

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